Esta tarde, temprano, tras la siesta,
he salido a dar una vuelta sin ti,
todo pesa, necesito ver el cielo.
Echo de menos un perro que me encubra.
Ando en círculos alrededor de casa,
dibujando espirales en mis pasos,
alejándome exponencialmente de aquí.
He andado un rato antes de encontrarme,
allá a lo lejos,
en el camino que lleva a la antigua estación,
sentado en la acera,
con la espalda apoyada en la pared,
jugando con el perro. Alegre y tranquilo.
No me ha hecho falta acercarme mucho para reconocerme.
He acelerado el paso cuando he visto que me levantaba,
Me he seguido, pero he doblado por debajo del puente
y he desaparecido.
Luego, he vuelto a casa.
He pensado en contártelo,
y no lo he hecho.
Esta tarde, temprano, tras la siesta,
he salido a dar una vuelta sin ti,
hago sonar la correa para que perro venga,
estoy contento, necesito ver el cielo.
Ando en círculos alrededor de casa,
dibujando espirales en mis pasos,
alejándome exponencialmente de aquí.
He andado un rato antes de sentarme.
Distraído, me he visto acercarme,
allá a lo lejos, paseando, perdido,
por el camino que lleva a la antigua estación,
paso a paso, midiendo el tiempo.
No he tardado mucho en acordarme de mi,
de aquel día, que salí, como hoy,
temprano, tras la siesta,
a dar una vuelta,
a dibujar espirales con mi pena,
alejándome exponencialmente de allí.
Y me vi, sentado, con el perro,
alegre y tranquilo…
Y me he alegrado por mi.
He podido acercarme a mi y contármelo todo,
pero he pensado que eso lo cambiaría.
Me he levantado de un salto,
he doblado por debajo del puente,
y acelerando el paso, me he zafado.
Escondido, con una sonrisa, tras un coche,
me he visto pasar.
Luego, he vuelto a casa.
He pensado en contártelo,
y tampoco esta vez lo he hecho.
he salido a dar una vuelta sin ti,
todo pesa, necesito ver el cielo.
Echo de menos un perro que me encubra.
Ando en círculos alrededor de casa,
dibujando espirales en mis pasos,
alejándome exponencialmente de aquí.
He andado un rato antes de encontrarme,
allá a lo lejos,
en el camino que lleva a la antigua estación,
sentado en la acera,
con la espalda apoyada en la pared,
jugando con el perro. Alegre y tranquilo.
No me ha hecho falta acercarme mucho para reconocerme.
He acelerado el paso cuando he visto que me levantaba,
Me he seguido, pero he doblado por debajo del puente
y he desaparecido.
Luego, he vuelto a casa.
He pensado en contártelo,
y no lo he hecho.
Esta tarde, temprano, tras la siesta,
he salido a dar una vuelta sin ti,
hago sonar la correa para que perro venga,
estoy contento, necesito ver el cielo.
Ando en círculos alrededor de casa,
dibujando espirales en mis pasos,
alejándome exponencialmente de aquí.
He andado un rato antes de sentarme.
Distraído, me he visto acercarme,
allá a lo lejos, paseando, perdido,
por el camino que lleva a la antigua estación,
paso a paso, midiendo el tiempo.
No he tardado mucho en acordarme de mi,
de aquel día, que salí, como hoy,
temprano, tras la siesta,
a dar una vuelta,
a dibujar espirales con mi pena,
alejándome exponencialmente de allí.
Y me vi, sentado, con el perro,
alegre y tranquilo…
Y me he alegrado por mi.
He podido acercarme a mi y contármelo todo,
pero he pensado que eso lo cambiaría.
Me he levantado de un salto,
he doblado por debajo del puente,
y acelerando el paso, me he zafado.
Escondido, con una sonrisa, tras un coche,
me he visto pasar.
Luego, he vuelto a casa.
He pensado en contártelo,
y tampoco esta vez lo he hecho.