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Abre los ojos a la belleza

Abre los ojos a la belleza
y luego déjala ir, no la retengas.
No inundes los jarrones de bellas flores de cerezo,
y permite que nubes rosadas tiñan tu tristeza.
Haz que el espacio que dejas al inspirar
quede ocupado por alguien o algo.
Mira la simetría y la perspectiva de la muerte a tus pies,
pero no le llores a la vida, deja el futuro en su lugar,
ríe los días, y disfruta de lo que has creado.
Enseña a andar entre erizos a un niño.
Dales futuro a tus sueños y despeja de maleza el camino.
Concede milagros si está en tu mano hacerlo.
Dalo todo a cada paso y tómate tiempo para descansar.
Construye cosas con tus manos desnudas,
y de las astillas que prendan en tu piel haz fuegos fatuos.
Observa la belleza de la putrefacción.
No consientas que el miedo o el dolor sean tus amigos.
Mírales a la cara con esperanza,
cierra un momento filas y luego,
en absoluto silencio, grítales tus planes.
Arráncate la pena a cada nota y baila.
Déjate llevar, no te resistas.
Cógete fuerte a mi y no preguntes de dónde saco las fuerzas.
Si me has escuchado algo se te habrá quedado.
Abre los ojos a la belleza
y luego déjala ir, no la retengas.