Y a cada palabra que escribo
le soplo aire.
Un suspiro, dos alientos,
medio quejido, y capazos de ilusión.
He vuelto a escribir, de nuevo.
Y a cada palabra que escribo
le salpico agua.
Un llanto, tres deseos,
dos nacimientos y mucha desilusión.
He vuelto a escribir, de nuevo.
Y a cada palabra que escribo
le prendo fuego.
Un dolor eterno, una batalla,
sus mil alegres derrotas,
la triste victoria
y una rendición.
He vuelto a escribir, de nuevo.
Y a cada palabra que escribo
le arrojo tierra.
Tres despedidas, siete hasta luego,
un hasta siempre y ningún adiós.
Dos entierros, uno el de madre
el otro mi corazón.